quarta-feira, 15 de fevereiro de 2006

Cum feris ferus


Palazzo del Bufalo, Roma.
A notícia é de ontem. Um pároco de Valência, catedrático de teologia, publicava num folheto dominical, Aleluya, o seguinte comentário: “Se quejaba una mujer en un periódico de la agresión que sufre la mitad de los humanos, o sea las mujeres, por parte de la otra mitad. Prueba de ello son las 63 mujeres muertas a manos de sus parejas en España en el año 2005. Sin negar que ello sea verdad, conviene hacer dos precisiones. Primera: nadie ha confesado qué hicieron las víctimas, que más de una vez provocan con su lengua. (El varón, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad: no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora). Queda además una 2ª observación: ¿No han tenido en cuenta que hubo en España, durante el mismo periodo, 85.000 abortos reconocidos? Por cada mujer muerta a manos de un hombre hubo 1.350 niños asesinados por voluntad de sus madres. Es peor”. Chama-se o dito padre Gonzalo Gironés. Como diria a Clara, como diria o Groucho: “arre, que asco!”. Soubemos, entretanto, que o arcebispo de Valência interrompeu “exercícios espirituais” em Xábia para acolher os participantes no III Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo. Aguardamos, ainda, que as mitras acudam com explicações, sempre o fazem, sempre argumentam terem sido mal interpretadas as suas palavras.